domingo, 10 de mayo de 2009

A lo Botero

no había querido tocar este tema pero la verdad es que me está atormentando día y noche. Les cuento: con esto del cambio de casa de un pueblo a la capital además de algunos cambios obvios, como es el acostumbrarse a organizar una casa, sus labores y coordinar horarios con el marido, también se hace presente el aumento de peso por los muchos y tan variados restoranes, pub, cafecitos y todo lo novedoso que encontramos al recorrer un supermercado.
Si bien es cierto que toda mi ropa me queda igual siento que me "engrosé". Entonces estoy pensando seriamente cambiar las rutinas sin tener que desfallecer por la fatiga.
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2 comentarios:

  1. En la foto salgo hasta con mi gata que ya no es mi gata... jajja

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  2. Ayer bajé al cuchtril...perdón, bodega de nuestro departamento, y encontré unos pantalones café de falabella (sybila) talla 40 que me compré apretaditos (como se usaba antes) y sentí la tentación de probármelos y...me quedaban, igual de justos que cuando los compré, me cerraban y todo...
    Sabes Vilma? no creas que estáss engordadondo porque visitasté un par de restaurantes o bares, es que nosotras somos terribles y muy critícas de nosotras mismas. Si comimos muchos nachos o maní salado o una tablita con el trago ya nos sentimos como pez globo... relájate un poco y si tu ropa te queda, es seÑal de que estás igual. Quizás estás en tu semana de retener líquido, por lo mismo uno se siente muy pesada.
    Yo sigo pesando lo mismo que cuando me casé, pero puede ser que con la edad se ha redistribuido un poco... quien sabe.
    Un abrazo

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